Los sistemas de cámaras de circuito cerrado (CCTV) se han popularizado en ciudades de todo el mundo, especialmente en México, con el objetivo inicial de reforzar la seguridad y optimizar la gestión del tránsito vehicular. Sin embargo, su uso ha evolucionado hacia funciones más amplias, como el monitoreo de movilizaciones sociales, la identificación de líderes de protesta y el control social en general. Esto ha hecho que las cámaras no solo sean herramientas de seguridad, sino también dispositivos con implicaciones políticas y sociales.

Estos sistemas, al integrarse con otras tecnologías como bases de datos y biometría, amplían su capacidad de recopilar y analizar información de los ciudadanos. Aunque su propósito principal es prevenir el delito, su uso frecuente se centra en la recopilación de evidencias para investigaciones posteriores. Este enfoque destaca su utilidad para reconstruir eventos, pero también plantea interrogantes éticas sobre el manejo de la información recopilada y el respeto a la privacidad de los individuos.

La implementación masiva de cámaras también ha generado un efecto de "panoptismo" en la sociedad. Al saber que podrían estar siendo observadas, las personas ajustan su comportamiento, lo que modifica la dinámica de interacción en público. Este fenómeno, aunque puede disuadir comportamientos indeseados, también lleva a cuestionar el equilibrio entre seguridad y libertad. Así, la videovigilancia este próximo año 2025 se posiciona como una herramienta de doble sentido: mientras ofrece ventajas para el control y cuidado social, plantea dilemas éticos y sociales que exigen un manejo responsable y transparente. (Botello, 2010).

Tendencias 2025: Lo que Nos Espera en Seguridad Electrónica

La videovigilancia está experimentando una evolución sin precedentes gracias a los avances tecnológicos y las crecientes necesidades de seguridad en un mundo cada vez más interconectado. En 2025, las tendencias clave prometen transformar la industria, impulsando la eficacia y mejorando la experiencia del usuario.

1. Inteligencia Artificial en Acción 

 La incorporación de inteligencia artificial (IA) es una de las mayores revoluciones en videovigilancia. Los sistemas ahora no solo capturan imágenes, sino que las analizan en tiempo real para identificar patrones sospechosos, detectar intrusos o incluso predecir comportamientos. Estas capacidades no solo aumentan la seguridad, también reducen los costos operativos al minimizar los falsos positivos y maximizar la eficiencia.

2. Integración con el Internet de las Cosas (IoT)

La conexión de cámaras con dispositivos inteligentes está redefiniendo la manera en que controlamos nuestros entornos. Desde el monitoreo remoto mediante aplicaciones móviles hasta la interoperabilidad con sistemas de hogar inteligente, el IoT está llevando la videovigilancia a nuevos niveles de conveniencia y efectividad.

3. El Desafío de la Ciberseguridad

A medida que las cámaras se conectan más a la nube, la protección contra ataques cibernéticos es esencial. Los fabricantes están priorizando la encriptación avanzada y las actualizaciones automáticas de firmware para garantizar que los datos capturados por las cámaras estén seguros.

4. Tecnología IP

Las cámaras Full HD y 4K con tecnología IP son cada vez más accesibles, ofreciendo imágenes de muy alta calidad que permiten identificar detalles cruciales sin necesidad de tanto cableado. Junto con esto, sus mediciones de cuadros por segundo superiores a las analógicas y su facilidad de instalación, convertirán esta tecnología en un tema cada vez más popular este próximo año 2025.

El próximo año, la videovigilancia no solo será más avanzada, sino también más accesible y centrada en el usuario. La combinación de IA, IoT, ciberseguridad y sostenibilidad garantiza que los sistemas sean más inteligentes y confiables, marcando un antes y un después en la Seguridad Electrónica.

¿Estás preparado para adoptar estas innovaciones?

Referencias

Arteaga Botello, N. (2010). Video-vigilancia del espacio urbano: tránsito, seguridad y control social. Andamios, 7(14), 103–126. https://www.scielo.org.mx/pdf/anda/v7n14/v7n14a11.pdf